El volcán de Popocatépetl agita a México

Mientras Popocatépetl, el volcán más activo de México, retumba con una actividad cada vez mayor, nuestra atención aquí en Belice no solo se centra en nuestros vecinos mexicanos, sino también en lo que esto podría significar para nosotros. Más allá de nuestra frontera norte, se ha alertado a millones de personas para que se preparen para posibles evacuaciones luego de las emisiones de ceniza del volcán.

1) El volcán de Popocatépetl

Popocatépetl, situado a unas 45 millas al sureste de la Ciudad de México, se extiende a ambos lados de los estados de Morelos, Puebla y México, una región que alberga a aproximadamente 25 millones de personas. Desde el aumento de la actividad volcánica, la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC) elevó el nivel de amenaza volcánica a “fase amarilla 3” y advirtió sobre el aumento de la actividad y la rápida propagación de cenizas.

La reciente turbulencia de Popocatepetl perturba no solo a las comunidades locales, sino que también tiene impactos de gran alcance en áreas como la aviación, con vuelos retrasados ​​en la Ciudad de México. El Aeropuerto Internacional Benito Juárez en la Ciudad de México cerró por completo el sábado 20 de mayo debido a un exceso de ceniza volcánica en el aire. Además, las clases presenciales en más de 52 ciudades dentro de tres estados diferentes se llevan a cabo de forma remota.

2) Un peligro latente todos los dias

Si bien los peligros inmediatos, como los flujos piroclásticos, la caída de cenizas y las posibles evacuaciones, son principalmente preocupaciones de México, podría enfrentar efectos secundarios, el más importante de los cuales sería la interrupción de los viajes aéreos.  Las interrupciones prolongadas de los vuelos podrían afectar el turismo. Además, la dispersión de cenizas volcánicas, dependiendo de la dirección del viento, podría afectar potencialmente la calidad del aire, particularmente en nuestras regiones occidentales. Si bien esto es poco probable dada la distancia y los patrones de viento predominantes, es un escenario que las autoridades ambientales y de salud deben monitorear.

Por último, una erupción a gran escala podría conducir a una crisis humanitaria regional, con residentes mexicanos desplazados que posiblemente busquen refugio en los países vecinos. Si bien es nuestra obligación moral ayudar, esto podría ejercer presión sobre nuestros recursos y, por lo tanto, requeriría una planificación cuidadosa.

3) Lo que dijo la autoridad competente

La alcaldesa de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, compartió en su Twitter sentimientos similares el domingo 21 de mayo, afirmando: “En el caso de la Ciudad de México, el riesgo es la caída de ceniza. Estamos preparados para ese escenario y sabemos qué hacer. Mantengámonos alerta”.

La última erupción del Popocatépetl fue en 1994, y desde entonces los estruendos del volcán se han convertido en parte de la vida diaria de muchos mexicanos de los alrededores. Con esta reciente escalada en la actividad, es crucial se mantenga informado y preparado, y esté atento a los acontecimientos que rodean a Popocatepetl. Por ahora, nuestros pensamientos están  esperando que el volcán regrese a su estado más tranquilo.

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