Viajar para mantener saludable la piel del rostro

Todo lo que le sucede a nuestro organismo se refleja en el rostro, una especie de espejo de nuestro interior. Es por ese motivo que prestar atención a sus señales y  cuidar muy bien la piel mantendrán el rostro libre de cualquier problema.

La piel del rostro denota cansancio, alegría, como también tristeza o preocupación. Es como nuestra tarjeta de presentación y, por eso, debemos cuidarla sin olvidar al dermatólogo, profesional que será el principal aliado.

Es muy común, por diversos motivos, que surjan granos, espinillas, lunares y arrugas en el rostro; sin embargo, existen muchas formas poder prevenir que eso suceda o poder aliviar los efectos de su presencia.

Existen diversos motivos que interfieren en la renovación celular, provocando problemas en la piel del rostro como por ejemplo, el estrés (tan común en los días actuales), una alimentación no saludable y con  excesos, pocas horas de descanso, variaciones hormonales, el cigarrillo. Todo eso colabora para la falta de hidratación en la piel facial, perjudicando su apariencia. ¡Pero no todo está perdido!

Si comenzamos a cuidarnos desde temprano, la historia puede cambiar. Es por eso que debemos inculcar a nuestros hijos el hábito de lavarse el rostro desde pequeños. Comenzar haciéndolo como un juego, para que adquieran esa  sana costumbre; por ejemplo, elegir dos momentos del día para lavarse juntos, pues de esa manera ellos podrán imitar a los adultos en ese hábito saludable y continuar haciéndolo a medida que pasen los años. Sin lugar a dudas, esa rutina se transformará en la gran aliada de la piel del rostro, que estará protegida por una higiene adecuada y regular.

Una buena limpieza de la piel del rostro permitirá quitar todo tipo de residuos, como células muertas, polución y restos de maquillaje. El mantenerla limpia de impurezas hará que la piel se mantenga lejos de las bacterias que producen el acne, ya que los poros estarán abiertos, recibiendo buenos productos faciales recomendados por el  médico dermatólogo, quien será el encargado de indicar cuáles y cómo usarlos.

Son varias las causas que provocan tanto el acné como también el envejecimiento de la piel: la polución, el fumar, estar mucho tiempo al sol son algunos ejemplos para ambos sexos. En el caso de las mujeres, maquillaje de mala calidad, un uso inadecuado y la falta de limpieza para retirarlo.  Al pasar los años, la piel del rostro pasará factura y poder revertir eso será muy difícil.

La piel tiene un ciclo que debemos respetar: durante la noche se regenera durante el sueño. Es justamente por ese motivo que es necesario irse a dormir con el rostro absolutamente limpio, usando los productos adecuados. ¿Cómo se produce esa regeneración?

Pues bien, durante la noche aumenta la circulación sanguínea, oxigenando a las células.  Por tal motivo, usar buenos productos funciona como un gran ayudante para esa regeneración.

Es muy importante no aceptar usar los mismos productos que usa una amiga, por ejemplo, ya que hay pieles diferentes, problemas diferentes y productos diferentes. Usar algo que no corresponda a nuestra piel puede llegar a intensificar el problema en lugar de solucionarlo.

Para cada piel hay un producto adecuado: pieles secas, normales, oleosas o mixtas requerirán el producto acorde con el tipo. Ese necesario conocer muy bien el tipo de piel que tenemos para utilizar lo que corresponda.

¿Qué debemos hacer para cuidar la piel del rostro?

Es necesario adquirir hábitos diarios y, para eso, aprender muy bien lo que no debemos hacer! Por ejemplo: las mujeres no pueden irse a dormir sin antes haberse quitado el maquillaje; no se debe abusar de bebidas alcohólicas; no exponerse al sol sin una protección solar adecuada; no consumir alimentos con mucho azúcar ni alimentos fritos o embutidos; fumar es otro hábito desaconsejable.

Los hábitos que debemos adquirir y mantener a lo largo de los años:

Tener una alimentación saludable; limpiar el rostro al menos dos veces al día y siempre con el producto adecuado para el tipo de piel; utilizar cremas, lociones y tónicos indicados por el dermatólogo; intentar mantener unas 6 a 8 horas de sueño; usar protector solar aún cuando el día esté nublado.

finalmente, no olvidar que el estrés es un gran villano para la piel del rostro y para nuestro organismo en general. Poder combatirlo haciendo diversas actividades placenteras, viajar, disfrutar con amigos, hacer todo lo que cause placer y alegría será siempre positivo para nuestro bienestar.

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